Efectividad a través del diseño
Un principio clave en el diseño para que las actividades de debate público Una actividad organizada, de alcance delimitado, destinada a estimular y atender el debate público sobre un tema específico con la expectativa de que informe o influya en la elaboración de políticas o en la gobernanza. sean eficaces es permitir la participación. Las características más importantes se refieren a la forma en que el diseño del proceso expresa o gestiona las relaciones de poder entre las personas involucradas, incluidos los diversos participantes y los promotores de la iniciativa. Esto puede mejorarse creando un entorno y un proceso que cuenten con los recursos adecuados, sean inclusivos y propicios.
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A menudo disponer de tiempo suficiente para el debate público En este documento y en el artículo 28 del Convenio de Oviedo se utiliza el concepto general de "debate público" para describir las interacciones discursivas en la esfera pública (es decir, no en un contexto profesional) a través de las cuales los individuos y los grupos pueden identificar, explorar y resolver sus diferentes intereses en cuestiones que les afectan (o podrían afectar) a todos. puede estar reñido con la necesidad de adoptar una decisión política sobre una cuestión apremiante. Sin embargo, la adopción de decisiones demasiado precipitadas corre el riesgo de aplazar o desplazar el debate, y dar lugar más adelante a un debate más dividido o más problemático.
A menudo las razones de la premura de tiempo están supeditadas, por ejemplo, a la obtención de prestigio o de un beneficio económico, y pueden ser mitigadas con previsión y anticipación. No obstante, puede ser necesario resistir la urgencia cuando la calidad de la adopción de las decisiones públicas, más que el resultado, sea particularmente importante. Es probable que así sea cuando persistan incertidumbres importantes, por ejemplo, cuando los riesgos y las consecuencias estén mal definidos y cuando exista una ambigüedad significativa sobre los significados y los valores que las personas atribuyen a la cuestión.
Compromiso de recursos adecuados
A fin de que los participantes Las autoridades públicas, los expertos y los ciudadanos pueden ser considerados como participantes en una actividad o debate público. puedan contribuir de manera significativa, es necesario que el debate público cuente con los recursos adecuados. Según la metodología y la magnitud, las actividades de debate público pueden ser costosas. Como mínimo, los recursos deben ser adecuados al enfoque adoptado.
La asignación de recursos adecuados demuestra el compromiso de los promotores y debe incluir no sólo la asunción de los costes de tipo financiero, sino también el tiempo dedicado t al proceso desde la concepción al seguimiento del mismo. La insuficiencia de recursos o los "recortes" pueden socavar el debate público y dar lugar a resultados que pueden ser contraproducentes.
Cuando los recursos son limitados, ha de delimitarse el enfoque del debate de forma que se puedan alcanzar objetivos más limitados. Exagerar y solicitar recursos en exceso, sin respetar las limitaciones metodológicas del proceso, podría ser contraproducente. Otra posibilidad es incrementar los recursos trabajando en asociación con organizaciones profesionales o de la sociedad civil, aunque habrá que actuar con diligencia para garantizar que tales acuerdos no comprometan la integridad de los asociados o del proceso.
Además de un apoyo financiero adecuado, es importante que se disponga de tiempo suficiente para que los ciudadanos Una persona natural sujeta a las leyes y políticas de un Estado y que goza de derechos legales protegidos por ese Estado. En términos compuestos como "asamblea de ciudadanos", por ejemplo, el significado de "ciudadano" es más amplio, y no se reduce a los que tienen nacionalidad o derecho a votar en ese Estado. puedan participar plenamente en las actividades de debate público. Tal vez se necesite tiempo para una planificación adecuada, para comunicarse con el público destinatario, para permitir a los participantes planificar su participación a la luz de sus otros compromisos y prepararse para participar. Esto suele estar reñido con las exigencias de una formulación de políticas receptiva. En la mayoría de los casos, es importante que se conceda tiempo a los participantes para que consideren los hechos y los argumentos, los discutan con otros (si procede) y formulen sus opiniones.
Resistir a las presiones que lleven a conclusiones precipitadas y dar tiempo para el debate público puede ser más eficaz a largo plazo, especialmente cuando las cuestiones que se van a debatir son complejas.
Pensar en el debate público como parte de un proceso político desde el principio, en lugar de como un ejercicio "adicional" opcional, ayuda a garantizar que el debate sirva para informar el proceso de elaboración de políticas.
La apertura a iniciativas de debate público espontáneas o “de abajo arriba” puede ayudar a identificar asuntos de interés del público a priorizar para debates posteriores.
Una vez decidida una actividad de debate público apropiada, es importante garantizar que se puedan asignar recursos suficientes.
Se pueden crear oportunidades para la participación en el debate público con relativa facilidad, por ejemplo, facilitando que las solicitudes puedan hacerse en línea.
Las actividades de debate público que sirven a los intereses de todos los participantes también pueden justificar el reparto de los costes.
En la medida de lo posible, la utilización de infraestructuras organizativas existentes puede ser rentable, aunque hay que tener en cuenta las posibles estructuras de poder en las que pueden estar inmersas y las barrreras a la a la inclusión.
Participación significativa y el co-diseño
Tomar en consideración los intereses de los participantes es un requisito importante para el desarrollo del debate público. Se tiene en consideración los intereses de los participantes compensándolos económicamente por su participación, aunque sea de manera simbólica. La compensación por participar en el debate público con frecuencia reside más en la oportunidad de influir en la adopción de decisiones públicas (véase la sección siguiente) y de contribuir a la configuración de nuestra sociedad. Para que el debate público sea eficaz, es necesario que los participantes comprendan que ellos participan en el resultado y que se den cuenta de que la participación les ofrece una verdadera oportunidad para influir en el mismo.
Enmarcar las preguntas para el debate de manera imparcial, o incluso permitir a los participantes elaborar las preguntas de la manera que sea más clara para ellos e incluso, acordada entre ellos (co-diseño El diseño y la configuración de un proceso por los participantes, ya sea entre ellos mismos, con facilitación o mediante la negociación con el promotor del debate público.), puede ayudar a mantener la confianza en la imparcialidad del ejercicio.
Quienes inicien actividades de debate público tal vez tengan que realizar alguna concesión a los participantes a cambio de su implicación. Asimismo, los participantes pueden sentir que necesitan más información o comprender mejor los diferentes puntos de vista antes de poder tener un intercambio significativo sobre una cuestión a debatir. Se les debe dar la oportunidad de expresar esa necesidad en una etapa temprana de la planificación, de modo que se pueda identificar a los expertos pertinentes e implicarles en el proceso.
El promotor La persona o autoridad que toma la iniciativa en una actividad de debate público (véase "debate público con o sin invitación"). El promotor normalmente proporcionará o coordinará los recursos para la actividad y podrá encargar a especialistas que faciliten o realicen la actividad en su nombre. también debe ser consciente de los posibles desequilibrios entre los participantes, por ejemplo, respecto a las diferencias de educación y de condición social, lo que puede requerir que un facilitador o intermediario enuncie las preguntas pertinentes a los expertos, con el fin de que todas las voces y posibles preocupaciones puedan ser escuchadas.
Vincular la actividad de debate público a un resultado tangible puede incrementar en los participantes su interés en el proceso y alentarlos a comprometerse más con él.
Los intereses de los participantes en un debate público se ven respetados cuando se les involucra en el diseño del proceso o en el encuadre de los temas a abordar (co-diseño).
Facultar a los participantes en el debate público para que determinen qué información consideran pertinente puede ayudar a motivarlos a participar, por ejemplo, al tener la posibilidad de seleccionar expertos u obtener información para fundamentar sus opiniones
Ver ejemplos de Irlanda y Reino Unido
La participación de facilitadores e intermediarios independientes, imparciales y profesionales puede ayudar a empoderar a los participantes y subgrupos marginados.
Accesibilidad e inclusión
Hablar de "debate público" también puede implicar habilitar un espacio donde los participantes puedan expresar sus intereses libremente. En realidad, en el espacio para el discurso están casi siempre presentes desequilibrios tanto de poder y de conocimientos, como de accesibilidad, de modo que la participación de todos los ciudadanos no sea necesariamente igual ni esté garantizada. Esto se aplica tanto al diseño de un cuestionario como a la accesibilidad física de un lugar.
El debate público tiene lugar por medio del lenguaje. Aquellos para los que el idioma local no es su primer idioma, por ejemplo los inmigrantes recientes, pueden necesitar intérpretes. Algunos que carecen de conocimientos del idioma nativo o de educación básica pueden tener dificultades para la comunicación escrita. La alfabetización sigue siendo un problema en todos los Estados miembros. A ello puede sumarse el uso de términos técnicos, que son particularmente frecuentes en biomedicina. Las diferencias en el conocimiento de la lengua pueden tener más importancia cuando hay menos mediación, por ejemplo cuando se utilizan plataformas en línea, u otros medios de comunicación públicos y sociales. Por estas razones, tener en cuenta formas alternativas de comunicación, mediante dibujos y actuaciones o la exhibición de vídeos y la votación con "clickers" puede estimular el debate. Para estimular el debate la información podría transmitirse utilizando múltiples medios (por ejemplo, vídeo, obras de arte).
La utilización de ciertas aplicaciones informáticas o interfaces también puede plantear un problema: las personas de edad o las que están menos familiarizadas con la tecnología, por ejemplo, pueden sentirse menos cómodas con las plataformas en línea y los medios de comunicación social, por lo que puede ser necesario considerar medios de participación alternativos o complementarios. Algunas personas consideran que ciertos medios o entornos no son acogedores.
El entorno y el modo de participación son igualmente importantes. Por ejemplo, es posible que las personas de nivel social o educativo más bajo tengan menos probabilidades de participar en un seminario en un edificio universitario y de rebatir a otros en debates cara a cara.
Puede ser necesario elegir los lugares de celebración para facilitar la participación de quienes tienen necesidades especiales de acceso, por ejemplo, los usuarios de sillas de ruedas y los que lleven cochecitos de bebé. Además, la falta de instalaciones, como baños, salas de oración o salas de enfermería, la falta de estacionamiento gratuito o la accesibilidad en transporte público, puede impedir que algunos participen en una actividad. La ausencia de un sistema especial de sonido para uso de personas con audífono o la presencia de interferencias acústicas, como el ruido del tráfico o el ruido ambiental, pueden hacer que un lugar no sea adecuado para el debate con muchos participantes.
La inclusión de todos puede también significar evitar los días en que la observancia de determinadas obligaciones religiosas impida que algunas personas asistan y acomodar fechas y horarios o compensar a los que tienen compromisos de trabajo o responsabilidades de cuidado de los niños.
El debate público debe ser inclusivo y realizarse en un ambiente acogedor. Se debe considerar qué medidas pueden ser necesarias para que todos los integrantes puedan participar en una actividad de debate público en pie de igualdad con los demás. Tal vez sea necesario adoptar medidas específicas para contrarrestar formas insidiosas de exclusión social.
Debe prestarse atención a la elección de espacios de modo que sean accesibles para todos. Las instituciones y lugares públicos existentes, como los museos y los espacios de exposición, y las ocasiones en que la gente se reúne, como los festivales científicos y los actos públicos, pueden proporcionar lugares adecuados para el debate y también ayudar a avivar esos lugares como lugares de interacción social.
Durante un debate público, se podrían utilizar diferentes formas y medios de expresión para fomentar la participación, por ejemplo, utilizando dibujos y actuaciones en lugar del diálogo hablado.
Tal vez los promotores deban adoptar medidas especiales para hacer participes a los grupos socialmente marginados, por ejemplo, recurriendo a sus pares, intermediarios o representantes.
Mecanismos de supervisión
Pueden ser necesarios mecanismos que aseguren que las actividades de debate público tienen en cuenta los intereses de todos los afectados y, de ser necesario, se adapten a ello. Esta función debe separarse tanto de la gestión práctica y la realización de las iniciativas de debate público como de los comisionados, patrocinadores o destinatarios de las mismas.
Podría ser deseable alguna forma de supervisión, independiente de la organización patrocinadora o comisionado, como parte del diseño de las actividades de debate público. Esto podría adoptar la forma de un grupo de supervisión independiente o una persona independiente con autoridad.

Irlanda - Debate público sobre el aborto y la derogación de la octava enmienda de la constitución (2016)
Se inició una actividad de debate público en relación con la derogación de la Octava Enmienda de la Constitución, que prohibía el aborto. El proceso incluyó el establecimiento de una Asamblea de Ciudadanos que se reunió cinco veces en 2016 - 2017. Sus conclusiones en 2017 sentaron las bases para un referéndum nacional decisorio en mayo de 2018. El compromiso de disponer de tiempo suficiente fue un factor importante para la eficacia del proceso.
La Asamblea de Ciudadanos Irlandeses está facultada para invitar a los expertos a los que desee consultar a fin de establecer una base sólida para sus deliberaciones.

Reino Unido - Participación pública en las ciencias del cerebro, las adicciones y las drogas (2007)
En una amplia serie de actividades de debate público en torno al tema "Public Engagement on Brain Science, Addiction and Drugs", los participantes pudieron interactuar con una amplia gama de expertos para fundamentar su debate.
Como parte de la iniciativa de debate público "Participación pública en la ciencia del cerebro, las adicciones y las drogas", se adoptaron medidas para garantizar la participación activa de los consumidores de drogas recreativas y los ex consumidores de drogas, y no sólo de los que se presentaron a través de organizaciones de pacientes. Se permitió a estos grupos desarrollar su modo preferido de participación, lo que hicieron, debatiendo entre ellos en un entorno seguro y designando intermediarios con los que habían establecido relaciones de confianza, para que representaran sus puntos de vista en el debate.

Finlandia - Iniciativa ciudadana al parlamento (2012)
Los debates públicos pueden ser costosos, pero también hay formas más asequibles de crear espacios para la participación ciudadana, reunir apoyos sobre alguna cuestión determinada que se desee que el Parlamento aborde. En sus primeros seis años, esta iniciativa dio lugar a que se debatieran 37 peticiones.

Francia - Debate público sobre la ley de bioética (2018)
La iniciativa francesa de los "États Généraux" utilizó los foros regionales existentes de manera eficiente, llegando al público de todo el país y los territorios de ultramar, y haciendo posible que el público en general participara en el debate nacional a través de una infraestructura local.

Polonia - Semana constitucional para informar y dialogar con los ciudadanos (2018)
La Semana Constitucional Polaca hace uso de la infraestructura organizativa existente de las escuelas y de otras instituciones para involucrar a los estudiantes, ofreciendo conferencias sobre derecho constitucional como parte de una actividad de debate público que tiene lugar anualmente en todo el país desde 2015. Se trata de un ejercicio de formación y capacitación que ofrecen voluntariamente de forma gratuita.

Dinamarca - Debate público en dinamarca sobre el futuro del sistema de salud (2008)
Los participantes en el debate público sobre el futuro del sistema sanitario de Dinamarca debatieron y posteriormente votaron sobre cuestiones muy tangibles, entre otras cosas, sobre el establecimiento de principios para la asignación de recursos para la atención sanitaria y de directrices para los encargados de la formulación de políticas.