Olav II Haraldsson, conocido ulteriormente como San Olav, fue rey de Noruega de 1015 a 1028. Tras su derrota en la batalla de Stiklestad en 1030, fue declarado mártir y santo, lo que condujo a la propagación de un mito en torno a su persona. Siglos después de su muerte, los peregrinos han atravesado Escandinavia, recorriendo los senderos que conducen a la catedral de Nidaros, en Trondheim, donde está enterrado San Olav.

Patrimonio

La pintura  más antigua que se conserva de San Olav, que data de aproximadamente 1160 d.C, se encuentra en una columna de la Basílica de la Natividad de Belén. El número de iglesias y capillas dedicadas a San Olav nos recuerda que la tradición de San Olav persistió en toda Europa Septentrional. Se han identificado al menos 340 iglesias y capillas San Olav construidas antes de la Reforma (antes de 1540 aproximadamente), 288 de ellas fuera de Noruega.

Viajar hoy en día

Los caminos de peregrinación, conocidos como los caminos de San Olav, conducen a Trondheim gracias a una red de senderos que atraviesan Dinamarca, Suecia, Finlandia y Noruega. Existe más de una docena de senderos, algunos de los cuales corresponden a un paseo de un día, mientras que otros pueden durar hasta varias semanas. Existe abundante información sobre las posibilidades de alojamiento y de abastecimiento, y sobre las atracciones locales. A través de esta peregrinación, el viajero puede experimentar la alegría de las cosas sencillas e interactuar con los habitantes de las comunidades rurales que atraviesa.