Nacido a finales del siglo XIX, el Art Nouveau se propagó rápidamente por Europa gracias a las exposiciones universales, a los viajes de los artistas, a las correspondencias y a las revistas. Esta revolución artística se inspiró principalmente en formas y estructuras naturales, en particular las flores y las plantas, pero también las líneas curvas. El Art Nouveau, que desapareció con gran rapidez durante la Primera Guerra Mundial, se desacreditó firmemente, y no comenzó a apreciarse en su contexto histórico hasta mediados del siglo XX, cuando se realizaron esfuerzos para conservarlo.

Patrimonio

El estilo Art Nouveau se vio impulsado por ideas estéticas y por un entusiasmo por la modernidad,  apoyándose en las posibilidades que brindaban las tecnologías industriales y los nuevos materiales, combinados con un trabajo meticuloso y un escrupuloso respeto por el detalle. Los centros creativos de cada país aportaron su toque personal al estilo incorporando las especificidades locales (Jugendstil en Alemania, Stile Liberty en Italia, Style Sapin en Suiza, Modernismo en España, Sezessionsstil en Austria), lo que condujo a una maravillosa coherencia entre la arquitectura, el mobiliario y la decoración, denominada “la obra de arte completa”.

Viajar hoy en día

La Red del Art Nouveau ofrece al viajero numerosas actividades, exposiciones y materiales para que comprenda y aprecie la riqueza del patrimonio vinculado con este movimiento artístico. Estos eventos, destinados tanto a los adultos como a los niños, permiten al visitante tomar conciencia de la profundidad del Art Nouveau y de su relación con la naturaleza, con la sociedad, con la ecología y con las innovaciones técnicas. Existen unas veinte ciudades con un patrimonio rico y variado que deben explorarse.