La ruta del Telón de Acero repasa la frontera física que se extiende desde el mar de Barents hasta el mar Negro, que dividió Europa oriental y occidental durante casi medio siglo después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Seguir esta ruta ciclable durante más de 10.000 km es una lección en vivo de la historia europea del siglo XX.

La ruta combina sitios culturales e históricos vinculados a la barrera política, militar e ideológica erigida durante la Guerra Fría como un recordatorio de la paz y la reconciliación que siguieron a la caída del "Telón de Acero".

La ruta presenta paisajes atractivos y variados y hábitats únicos que surgieron a lo largo de la antigua franja fronteriza.

Patrimonio

La ruta del Telón de Acero cubre 20 países europeos que conectan muchos edificios históricos, monumentos, museos y lugares de interés que nos recuerdan la historia de una Europa dividida.

Parques nacionales con variada flora y fauna y paisajes únicos, que apenas han sido intervenidos ya que formaron parte de las áreas fronterizas, caracterizan el curso de la Ruta.

Viajar hoy en día

Viajar por la ruta del Telón de Acero es experimentar la historia europea de primera mano. La Ruta lleva a sus visitantes a lo largo de la frontera occidental de los antiguos Estados del pacto de Varsovia en toda Europa, conectando muchos sitios históricos vinculados al período de la Guerra Fría.

A lo largo de la ruta, los operadores turísticos organizan actividades que involucran a jóvenes europeos y visitas a lugares de interés, incluidos relatos de historias personales durante la Guerra Fría. Además, se ofrecen paquetes para recorridos en bicicleta acompañados o autoguiados, con un enfoque específico en el turismo sostenible. Una aplicación para smartphone está especialmente dedicada al público más joven.